lunes, 25 de julio de 2011

reunión con el director

Corría el año 1978...

- ¿...y por qué cree usted que está con nosotros? -preguntó el director.
- Bueno, a veces, por no defraudar a los tuyos, uno acaba con camisa de fuerzas. 
- Explíquese
- ¿Otra vez? Me acompañó mi hermana a la consulta psiquiátrica, donde trabaja, alegando que el turno de noche estaba acabando con mi salud mental. Yo era informático, y únicamente me tomaba en serio mi trabajo. Cierto es que no trabajaba menos de 15 horas al día, o a la noche. Cuando lo hacía de noche, aprovechaba los días para despejar mi cabeza, comprar un poco de ropa, tomar unas cervezas, etc. Cuando lo hacía de día, aprovechaba el silencio nocturno para trabajar un poco más. No soy un hombre complicado o complejo. Ünicamente estaba algo absorvido por mi trabajo. Hay gentes que las condecoran por eso mismo, y a mí me llevó mi hermana al psiquiatra. 
- Hasta llegar aquí, con nosotros...
- Sí, y desde entonces no he podido seguir trabajando en el que sería “el programa informático que revolucionaría el mundo, tal y como lo conocemos”. Desde aquí no puedo hacer nada. Únicamente me han dejado una máquina de escribir. Ni siquiera lápiz y papel! 
- Ya sabe que un lápiz puede ser un arma mortal.
- ...señor Director, con todos mis respetos, yo soy el interno.
- ¿Y qué es lo que quería pedirme?
- Señor Director, le ruego si, dada mi buena conducta con los otros internos, podría disponer de mi ordenador para que, por lo menos, todo el trabajo que he hecho hasta ahora, no sea en vano. Copiaré “el programa” en un disquet y se lo enviaré a un antiguo socio y amigo para que lo continúe. Es el único que puede hacerlo. Será cuestión de minutos. Por favor.
- ¿cómo se llama "el programa"?
- "Proyecto Red Mundial de Comunicación entre Computadoras"
- Es un nombre largo.
- Por eso mismo, también pensé llamarlo "Inter Net".
- Interesante. Lo consultaré con mis compañeros y le diré algo mañana. ¿Esto es todo?
- Sí, señor Director.
- Puede retirarse.