miércoles, 1 de febrero de 2012

por fin eres la muerte (segunda parte)

Y es cuando tu luz me ciega
a oscuras me quedo
sin pensamiento, ni velas, ni miedo
como antes, el papel en blanco
que ensucio con ciertos pensamientos.

Y es ahora, no te miento
estoy desnudo, ciertamente
no me escondo tras tu sombra
que de par en par me alumbra
mientras abro los ojos para verte.

Me encanta mirarte mientras limpias
tu guadaña que afilada me apuntaba
como indicándome el camino que distingue
mi voz en la penumbra madrugada.

Pero cómo hago yo para seguirte?
si te escondes tras de mí, tras mis pisadas.
De ella por fin ya me deshice,
de nuevo no caeré más en la trampa.

Así que "negra", indícame el camino
que me lleve derecho a tu morada
oscura y limpia de amoríos
de segunda, de tercera, y hasta de cuarta.

Que contigo a solas yo me quede
que este mundo huele y da patadas
a mi rumbo, y claro desoriento
todo esto que escondo en mi cabeza
y la pereza es la que enturbia mi mirada.

Que ya no se esconde mi suerte
que a oscuras me quedo
y cuando tu luz me ciegue
habrá llegado mi hora,
por fin me he dado cuenta
que soy inmune a la muerte.