viernes, 12 de abril de 2013

de vigilia I


Érase una vez que dicen que soñé
o soñáronme
una historia que se deshace con el tiempo
y antes fue con el misterio de la mano
juntos iban construyendo un solo fuego.

Mas aperció espontáneo como ajeno y sin embargo,
no pudo soportar sus quemaduras...murió, el primer día
y no resucitó al tercero.

Y cuando una figura apareció dirigiéndose a la mía
pensé en un error de cálculo de Mateo,
pero todo se repitió una y otra vez.
En esta ocasión no pude olvidarlo.

Jugué en la farsa escribiendo pasado, presente y futuro
en la sucesión indefinida de puntos echada
en esta maldita dimensión,
y ella me resumía como un loco
enfermo en la pesadilla del tiempo que era un sueño
que se repetía y se olvidaba infinitamente
en la ilusión de las vidas de nuestros cuerpos.

Si no puedo confesarme ante ella,
¿quién siente la verdad?
si todo ya sucedió continuamente,
¿qué puedo hacer conmigo?
si se suceden las causas de las consecuencias,
¿dónde está el orden?
si el velo del tiempo arde en llamas,
¿por qué apagar el fuego?