lunes, 21 de julio de 2014

poema que busca

...y lo que me tenía que curar, me enfermó.
Odio la naturaleza y su amenazante maldad que me impide
contemplar la verdad que de mí se esconde. ¿Dónde habitará
ese esqueleto matemático subyacente que me daría como respuesta
cierta salud? La belleza me rehuye y yo la evito
desde aquella vez, que tras sus sombras fui colonizado
por un virus funesto. A mi alrededor todo eran moscas que esperaban
impacientes. Que os jodan! No me pienso morir! Utilizaré
todos estos muertos para defenderme de vosotras, carroñeras!

...y lo que me tenía que matar, me salvó.
Adoro la cercanía penosa de estos muros que me encierran,
ahora que ya todo me parece extraño,
ahora que me parece imposible recuperarte, ya solo permanezco quieto
en mi abandono. Todo lo demás es mentira. ¿Cuándo podré recurrir
a aquellas fuerzas sobrehumanas, que me permitan continuar con todo
donde lo dejé?¿Dónde lo dejé?
Los sanos que me rodean no lo comprenden, y únicamente
se impacientan como moscas. Y eso lo hace todo más difícil, 
más oscuro. Una oscuridad que ya no oculta mi amor hacia tí.