domingo, 10 de octubre de 2010

...trozos de mis ojos

[...Inspirando me sentía en Eolia convertido en Dios del Viento, soplando por encima de todo. La ciudad que tanto ahogaba, se condensaba en un ácaro desde esta cima, y anochecía invisible. Soplaba nuevos aires al respirar sin memoria, como un niño, completando el círculo que une a viejos con infantes, cumpliendo con la vuelta hacia la eternidad tras esta interrupción que es la vida. Espirando armónicamente todo me pertenecía, el firmamento entero contrarrestaba el murmullo baladí de las nuevas ciudades. Sólo tenía que respirar profundamente y descontaminarme de la coraza residual de la cultura. ....]

Pestañeo (parte iv)

No hay comentarios: