lunes, 21 de octubre de 2013

tumba II

He visto despojarse al árbol de todas sus hojas
delante de mí, desnudarse mientras yo pisaba
los restos de mi tiempo.
Y para cuando nos calzamos las botas
se abrió nuestra trampa, y no caí descalzo,
y no viviré de hambre, ni de sueños.
Siendo distintos terminamos en el mismo lugar
cogidos, con las manos llenas de frío,
el uno contra el otro,
en una vida que a nadie ya interesa,
en una realidad sin trucos,
en un agujero hondo,
sin fin.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=Kasz2aeY-PI

airun dijo...

precioso...