martes, 14 de junio de 2016

d.e.p.

Hasta respirar duele,
caminar es tan difícil con esta sombra
que se tambalea hacia la noche.

La noche ya no es la hora del amor
ni de la guerra....es la del silencio.
Mis ojos ya han perdido el habla
y tan solo me quedan oídos 
para las goteras de la muerte.

Puta vida sin fuego!
¡quiera Dios soplar estas cenizas!

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