domingo, 13 de febrero de 2011

encuentro con Pedro Ruiz

El martes hacia las 21'30h salía yo de clase de Lenguaje Musical y caminaba apresurado hacia la estación de tren de Badalona para coger el tren de las 21'30h que siempre llegaba con algo de retraso. A mitad del camino me pareció que iba a adelantar a Pedro Ruiz, me fijé si verdaderamente era él, y en efecto, él era. Conversaba con otro hombre de unos cincuenta años, pero peor llevados, que lo agarraba del brazo, y por alguna sinrazón me animé a saludarlo:
- Hola Pedro, sabes? Me caes bien - le dije sin pensar, además le llamé por su nombre de pila en vez de Sr. Ruiz, o Pedro Ruiz, por lo que dado su carácter impetuoso, ya esperaba que me mandase al cuerno, pero fue más rebuscado que todo eso.
- Ah, sí? Y eso por qué? - preguntó como para ponerme nervioso.
- Bueno... porque... te tengo por un "libre pensador", y ...
- Y eso que piensas que soy, qué es? - dijo mientras mis nervios pasaron de contraerse a dilatarse.
- Pues, que me cae bien la gente que no necesita un decálogo ideológico que le defina ... o le limite, claro. Me refiero a que, de alguna manera, la gente tiene la necesidad de pertenecer a algún grupo determinado, que encima, te enfrenta a otros... y no sé, la gente que va por libre y que sin embargo no se siente al margen, ... me cae bien...
-...al margen... de la sociedad? - preguntó Pedro.
- Exacto, la historia es ir más allá del propio grupo. Es como la burocracia, inventamos un sistema para controlar ciertos aspectos de la vida, y nos acaba controlando el sistema a nosotros.
- Y como querrías tú que fuese la burocracia, flexible?
-Coño, pues claro, me refiero que las normas tienen que existir por y para la gente, y tienen que ser flexibles a los casos particulares. Y eso es trabajo de los burócratas, que tendrían que pasar de ser "tuercas" del sistema, a "venas" del sistema
-Me gusta esa analogía... pero te estás perdiendo -dijo Pedro con una sonrisa más cercana que su voz. Parecia nervioso...
-Bueno, la gente librepensadora entiende las cosas con sus contradicciones, mírame a mí, iba corriendo para que no se me escapase el tren, y ahora incluso camino sin prisa alguna, como si te estuviese acompañando a algún sitio.
-(risas) Ya... bueno, me has dejado mudo... -confesó Pedro perplejo - tú, sin embargo, vas de un tema a otro, ... debes de ser un tipo muy solitario...
-Bueno, por dentro más que por fuera - y en ese instante se detuvieron en una esquina, y el señor que acompañaba a Pedro interrumpió con un "bueno...vamos?", así que dándome por aludido me adelanté a despedirme.
-No interrumpo más, un saludo, y siento la pérdida de tu madre.
-Gracias ...
-Adiós... ah, ¡y deja ya de hurgar en la basura! -le dije... como para que me tomara por un tarado...
-Vaya joven surrealista - murmuró entre risas inquietas.
Mientras, su acompañante le agarró del brazo y le empujó a seguir. Unos metros más adelante, giré la cabeza para ver por donde iban, joder, y el reflejo de una farola iluminó la pistola con la que el acompañante le estaba apuntando mientras se dirigían a un cajero. Se detuvieron en él ... rápidamente pensé: mierda... se me va a escapar el tren!!! Arranqué a correr y llegué justo a tiempo. Mientras subía se oyeron dos disparos. Me senté y me dio un ataque de tranquilidad. Otra historia más... pensé.
Al llegar a casa, mi mujer me preguntó enérgicamente:
-Has visto que se han cargado a Pedro Ruiz en Badalona? Qué fuerte!!!!
-No... qué ha pasado? ...cuenta...

1 comentario:

Anónimo dijo...

HURGARÍA EN LOS DESPERDICIOS DE TU MENTE. EXTRAORDINARIO.