jueves, 9 de septiembre de 2010

inicio


Hay que empezar a prepararlo todo para terminar. Sin final no puede haber principio de nada, ni de nadie. Las escaleras estaban en el mismo sitio y comencé a caminar como decidido pensando que si caía un poco de lluvia, la sonrisa enjuta sería más decidida, pero el sol apretaba bastante. Mientras sucedía todo eso, otros disimulaban azorados con sus sombras bien trajeadas al rozar con mis harapos de bienvenida. Me alerta, sobre todo, que no me olvide comprarle papel de carta porque su pulso no anda nada bien. Es mi delicado secreto. Yo sonrío como si recordase algo pero sigo caminando en blanco. Hacía unos días que había conseguido abandonarme, y ni siquiera mi recuerdo –algunos son tan excedentes...-, pinta nada ya de necio en todo esto, Quizás el hecho de estar tan acostumbrados nos hace que ignoremos. Solo una ánfora de expectativas, llenas, vacías. Casi trompico en el último momento con todo esto, pero ya me relamo y despido, porque hay que terminar con todo esto para poder empezar.

No hay comentarios: